miércoles, 3 de septiembre de 2008

Reconstruyendo la ciudad y resistiendo al enemigo...


Capítulo 3 y 4 de Nehemías:


Entonces el sumo sacerdote Eliasib...

Alguien tuvo que ser el primero en poner manos a la obra, en remangarse, ceñirse los lomos y comenzar a trabajar. Qué correcto y hermoso es cuando los más espirituales van marcando el tono de servicio y trabajo. Siempre se ha dicho que los jefes de familia somos los "Sacerdotes de nuestra casa", así que este texto aplica no solo a los pastores y líderes de congregaciónes, sino a todos los cabezas de hogar. La restauración es por supuesto, un trabajo de equipo, no lo podemos hacer solos, pero si alguien tiene que comenzar es el mayor de todos, el sacerdote de cada hogar.

¿Por dónde comenzar? Por la puerta de las ovejas (Jn. 10:7). Si esa puerta (que representa la obra de redención y su infliencia en nuestras vidas) está desolada, todos los aspectos de nuestra vida estarán mal. Muchas veces nos vamos "con la finta" de que el origen de nuestros problemas radica en algun otro aspecto de nuestra vida, menos el de nuestra relación con Cristo. Pensamos que nuestra necesidad primordial es económica, o de salud, o emocional. O si somos cristianos de años, por alguna razón pensamos que como ya somos salvos, no necesitamos tanto de Cristo como antes. Qué error. Necesitamos siempre asegurarnos de que la primera puerta que mantenemos firme y en su correcto lugar, es esa puerta de acceso al Padre, esa puerta en la que recibimos toda bendición espiritual, esa puerta en la que somos aceptos, en la que pasamos de muerte a vida, en la que no hay condenación, esa puerta de Salvación llamada JESUCRISTO. En el resto del capítulo, es interesante ver el tipo de personas que se involucraron en la obra, y cómo siempre habrá gente que simplemente no quiere colaborar (v. 5).

Pero así como los siervos de Dios comienzan a trabajar, así Satanás pone a trabajar a sus siervos. Podemos ver la reacción de los enemigos del pueblo de Dios en el capitulo 4:1-2. Me llaman mucho la atención, 2 cosas que Sambalat menciona en su intento por intimidar al pueblo de Dios:

1.- Le interesa impedir que se "vuelvan a ofrecer sacrificios"
2.- Intenta hacerle creer a la gente, que es imposible tener un nuevo comienzo.

Los sacrificios eran la parte medular de la comunión diaria con Dios. No puedo evitar recordar que el Faraón en tiempos del Exodo, también quería impedir que los Israelitas ofrecieran sacrificios a Dios. El sacrificio era lo que hacía posible una relación con Dios, ya que sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados. Asi como muchas otras cosas del culto judío (por no decir todo en el Antiguo Pacto) eran sombra de lo que había de venir, los sacrificios eran una figura anticipada de Cristo. De igual manera, Satanás intentará a toda costa alejarnos de la base de nuestra relación con Dios: el poder redentor y expiatorio de la Sangre de Jesús en nuestras vidas, que curiosamente es lo que hace posible que el hombre tenga un nuevo comienzo, siendo una nueva criatura, y permitiendole experimentar la misericordia de Dios nueva, ¡CADA DIA!.

¿Cómo reaccionó Nehemías ante estos intentos de intimidación del enemigo?:
no desenfocandose, es decir: Sometiéndose a Dios (llevando sus cargas en oración [v. 4-5]), y resistiendo al diablo (al continuar la reconstrucción de los muros [v. 6]). Y vemos que en las siguientes amenazas hicieron lo mismo, al enfocarse en Dios (v. 14 "acuérdense del Señor) y resistir al enemigo (v. 16-18). Cuan importante es no ignorar las maquinaciónes del enemigo y vestirnos de toda la armadura de Dios para poder hacer frente a las artimañas del diablo y para que cuando llegue el día malo, podamos resistir hasta el fin con firmeza. (Ef. 6:10-17)

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